4º Concurso intergaláctico de «Frita de Porc» en Sant Jordi de Ses Salines

4ª Edición del concurso dedicado a la «Frita de Porc», un plato emblemático de la gastronomía ibicenca en el que reina el producto local.

Dentro de los actos de las Fiestas de Sant Jordi, se celebra una nueva edición del Concurso dedicado a la «Frita de Porc». La participación está abierta a «colles» que elaborarán el plato para ser presentado a concurso. Además, habrá una «Frita Popular» al mediodía para el público asistente y mucha música a lo largo del día.

La «Frita de Porc» es uno de los platos tradicionales de la cocina ibicenca en el que los ingredientes fundamentales procedían del cerdo y que en su origen se elaboraba el día de la matanza del cerdo, durante el invierno. Ese día, para la cena, una vez finalizada la labor de sacrificio, limpieza, despiece y elaboración de embutidos y salazones, se elaboraba una «frita de porc»  acompañada de un «arròs de matances». En la frita se incluía la costilla del cerdo, panceta, hígado y un poco de lomo, con pimiento, ajos y «pebrassos» -níscalos- y sazonado con sal y pimienta. Además, la grasa para freir el plato se obtenía del cerdo, e incluso las patatas se freían en manteca de cerdo.

Las «fritas» son un tipo de elaboración tradicional en las Baleares basados en el producto local y de temporada que tienen en común el sofrito de un ingrediente principal junto con otros ingredientes que aportarán aromas y complejidad, como ajos, pimientos setas o cebollas, según la temporada, y al que se añade una buena cantidad de patata para dar volumen al plato y aumentar su poder saciante. En su origen, la grasa para la fritura se obtenía del cerdo y no era habitual utilizar el aceite de oliva, cuyo elevado precio obligaba a su utilización como aliño.

En Ibiza las «fritas» más apreciadas son la de pulpo, de cerdo, de «freixures» -entrañas del cordero», habituales en los bares como tapas y que también se incluyen como platos principales en restaurantes. Además, hay otras recetas familiares con versiones menos extendidas como la «frita de calamar», la «frita de calamar i botifarró» o la «frita de sépia», en su origen recetas de pescadores para aprovechar sus capturas.

En todas ellas la patata roja ibicenca es un acompañante de lujo ya que captura los sabores condensados en el aceite y se convierte así en el ingrediente más buscado del plato. Originalmente se utilizaba la variedad antigua de patata roja que fue sustituida comercialmente por al variedad Desirée por sus aptitudes culinarias similares. En este caso la aptitud a la fritura es un requisito imprescindible y se valora que al freirse no se tueste, quede consistente y no se empape de aceite.

El concurso se ha consolidado entre los actos más multitudinarios de las fiestas de Sant Jordi de Ses Salines, como podéis ver en las imágenes de la edición pasada del reportaje realizado por Diario de Ibiza.